Deducción por incentivos a la inversión empresarial: ¿En qué consiste?

La Casilla 845 de la declaración de impuestos es un término que puede resultar desconocido para muchas personas. Sin embargo, las empresas y empresarios deben estar familiarizados con ella, ya que se trata de una deducción muy beneficiosa para la inversión en el mundo empresarial.

La deducción por incentivos a la inversión empresarial se encuentra regulada por el Servicio de Impuestos Internos (SII) en la Ley sobre Impuesto a la Renta. Este incentivo económico tiene como objetivo fomentar la inversión en activos fijos y mejorar la competitividad de las empresas en el mercado global. A continuación, te explicaremos en qué consiste este beneficio y qué requisitos se deben cumplir para poder acceder a él.

Beneficios de la deducción por incentivos a la inversión empresarial

La principal ventaja de esta deducción es que permite rebajar de los impuestos a pagar un porcentaje del capital invertido en activos fijos. Esta cantidad puede llegar a ser de un 27% sobre el valor de la inversión en el caso de empresas pequeñas o medianas (con facturación anual menor a 100.000 unidades tributarias).

Otro beneficio de esta deducción es que no hay límite en la cantidad que se puede deducir, por lo que mientras más se invierta, mayor será el monto que se podrá restar de los impuestos a pagar. Además, el incentivo no es exclusivo para inversiones en activos nuevos, sino que también aplica a los que se encuentran en desuso y se les da una nueva función en la empresa.

Es importante mencionar que esta deducción tiene un plazo de vigencia de 5 años, contados desde el inicio de la actividad empresarial o desde que se solicita por primera vez. Por lo tanto, si la empresa sigue invirtiendo durante ese periodo, seguirá obteniendo los beneficios fiscales asociados. Sin embargo, pasado ese tiempo, se deja de aplicar este beneficio y se debe pagar la totalidad de los impuestos correspondientes.

¿Qué inversiones son deducibles en la casilla 845?

La Ley sobre Impuesto a la Renta establece que los activos fijos que son deducibles en esta casilla son aquellos destinados a la producción de bienes o prestación de servicios. Por lo tanto, se excluyen aquellos activos que no tienen una función productiva, como por ejemplo, las inversiones en terrenos o en bienes raíces no destinados a la producción.

Entre los activos que sí se pueden deducir se encuentran las maquinarias, instalaciones, equipos y vehículos necesarios para el desarrollo de la actividad empresarial. También son deducibles las inversiones en tecnología, como software, programas informáticos y páginas web. Por último, se pueden incluir las inversiones en mobiliario y mobiliario de oficina.

Requisitos para acceder a la deducción

Para poder acceder a la deducción por incentivos a la inversión empresarial, es necesario cumplir con algunos requisitos. En primer lugar, la empresa debe estar registrada en el SII y tener su contabilidad al día. Además, se deben presentar los comprobantes de las inversiones realizadas y demostrar que estos activos se encuentran en uso y cumplen una función productiva en la empresa.

Otro requisito importante es contar con un proyecto de inversión que justifique la adquisición de los activos fijos. Este proyecto debe detallar los beneficios que se obtendrán a través de la inversión, tanto en productividad como en ganancias económicas.

En resumen, la Casilla 845 de la declaración de impuestos corresponde a una deducción muy beneficiosa para las empresas que invierten en activos fijos. Con ella, se pueden obtener importantes descuentos en el pago de impuestos, lo que se traduce en un mayor flujo de efectivo y más recursos para seguir invirtiendo en el crecimiento y desarrollo de la empresa. ¡No dudes en aprovechar esta oportunidad fiscal y realizar las inversiones necesarias para tu negocio!