En la declaración de la renta del año 2011 en España, se incluyen una serie de gastos que pueden ser deducibles en relación a las viviendas que se tienen en propiedad y se destinan al alquiler. Estos gastos se consideran como «otros gastos deducibles» y pueden reducir la base imponible del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).

Otro gasto deducible en el IRPF de 2011 es el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) y las tasas y recargos municipales relacionados con la vivienda, siempre y cuando se hayan pagado en el año fiscal correspondiente. Además, también se podrán deducir los gastos de formalización del contrato de alquiler, como los honorarios de un abogado o los gastos de notaría.

Es importante tener en cuenta que estos gastos deben estar debidamente justificados y que en algunos casos se aplicarán limitaciones y condiciones para su deducción. Por tanto, es recomendable contar con asesoramiento profesional para realizar correctamente la declaración de la renta y poder beneficiarse de todas las deducciones posibles.