Casilla 736: Inversiones RIC A, B, B.bis, D de 2018

Introducción

La casilla 736 del Impuesto sobre Sociedades en España se refiere a las inversiones realizadas en RIC (Reconocimiento de Inversiones Colectivas) durante el año 2018. Este tipo de inversiones se encuentran reguladas por la Ley 35/2003, de 4 de noviembre, que tiene como objetivo fomentar la inversión en pequeñas y medianas empresas (PYMES) y en proyectos de interés económico y social. A continuación, se explicarán en qué consisten las inversiones RIC A, B, B.bis y D, sus requisitos y los beneficios fiscales que suponen para las empresas.

Inversiones RIC A

Las inversiones RIC A se refieren a aquellas realizadas en empresas de nueva creación o en proyectos de investigación y desarrollo. Para que una empresa pueda ser considerada como «de nueva creación», debe tener menos de 5 años de antigüedad y su actividad principal debe ser la realización de actividades económicas. Por otro lado, los proyectos de investigación y desarrollo deben estar relacionados con la innovación y tener un alto potencial de crecimiento.

Además, es importante destacar que estas inversiones también contribuyen al desarrollo económico del país y al crecimiento de las empresas, generando empleo y fortaleciendo la economía en general. Por lo tanto, es recomendable que las empresas consideren la posibilidad de realizar inversiones RIC, tanto por los beneficios fiscales que suponen como por su impacto positivo en la sociedad.

En este caso, se permite aplicar una deducción del 30% sobre el importe invertido en el Impuesto sobre Sociedades. Además, si la inversión se mantiene durante al menos 5 años, se podrá aplicar una deducción adicional del 4% por cada año adicional hasta un máximo del 48%.

Conclusión

En resumen, la casilla 736 del Impuesto sobre Sociedades en España hace referencia a las inversiones realizadas en RIC durante el año 2018. Estas inversiones pueden ser de varios tipos, como las RIC A, B, B.bis y D, y están sujetas a requisitos específicos en cada caso. La realización de estas inversiones supone importantes beneficios fiscales para las empresas, lo que fomenta la inversión en PYMES y proyectos de interés económico y social en España.

Además, es importante destacar que estas inversiones también contribuyen al desarrollo económico del país y al crecimiento de las empresas, generando empleo y fortaleciendo la economía en general. Por lo tanto, es recomendable que las empresas consideren la posibilidad de realizar inversiones RIC, tanto por los beneficios fiscales que suponen como por su impacto positivo en la sociedad.

En cuanto a los beneficios fiscales, para las inversiones RIC B y B.bis, se permite una deducción del 25% sobre el importe invertido en la base imponible del Impuesto sobre Sociedades.

Inversiones RIC D

Por último, las inversiones RIC D se refieren a aquellas realizadas en fondos de capital riesgo o sociedades de capital riesgo. Estas inversiones están sujetas a unos requisitos específicos, como que al menos un 60% del capital del fondo o sociedad sea utilizado para financiar a empresas que cumplan los requisitos de las inversiones RIC A, B o B.bis.

En este caso, se permite aplicar una deducción del 30% sobre el importe invertido en el Impuesto sobre Sociedades. Además, si la inversión se mantiene durante al menos 5 años, se podrá aplicar una deducción adicional del 4% por cada año adicional hasta un máximo del 48%.

Conclusión

En resumen, la casilla 736 del Impuesto sobre Sociedades en España hace referencia a las inversiones realizadas en RIC durante el año 2018. Estas inversiones pueden ser de varios tipos, como las RIC A, B, B.bis y D, y están sujetas a requisitos específicos en cada caso. La realización de estas inversiones supone importantes beneficios fiscales para las empresas, lo que fomenta la inversión en PYMES y proyectos de interés económico y social en España.

Además, es importante destacar que estas inversiones también contribuyen al desarrollo económico del país y al crecimiento de las empresas, generando empleo y fortaleciendo la economía en general. Por lo tanto, es recomendable que las empresas consideren la posibilidad de realizar inversiones RIC, tanto por los beneficios fiscales que suponen como por su impacto positivo en la sociedad.

Además, existen las inversiones RIC B.bis, que se refieren a las realizadas en empresas que cumplan con los requisitos de ser una pyme y, además, estén ubicadas en zonas geográficas específicas, como zonas deprimidas o zonas de transición demográfica.

En cuanto a los beneficios fiscales, para las inversiones RIC B y B.bis, se permite una deducción del 25% sobre el importe invertido en la base imponible del Impuesto sobre Sociedades.

Inversiones RIC D

Por último, las inversiones RIC D se refieren a aquellas realizadas en fondos de capital riesgo o sociedades de capital riesgo. Estas inversiones están sujetas a unos requisitos específicos, como que al menos un 60% del capital del fondo o sociedad sea utilizado para financiar a empresas que cumplan los requisitos de las inversiones RIC A, B o B.bis.

En este caso, se permite aplicar una deducción del 30% sobre el importe invertido en el Impuesto sobre Sociedades. Además, si la inversión se mantiene durante al menos 5 años, se podrá aplicar una deducción adicional del 4% por cada año adicional hasta un máximo del 48%.

Conclusión

En resumen, la casilla 736 del Impuesto sobre Sociedades en España hace referencia a las inversiones realizadas en RIC durante el año 2018. Estas inversiones pueden ser de varios tipos, como las RIC A, B, B.bis y D, y están sujetas a requisitos específicos en cada caso. La realización de estas inversiones supone importantes beneficios fiscales para las empresas, lo que fomenta la inversión en PYMES y proyectos de interés económico y social en España.

Además, es importante destacar que estas inversiones también contribuyen al desarrollo económico del país y al crecimiento de las empresas, generando empleo y fortaleciendo la economía en general. Por lo tanto, es recomendable que las empresas consideren la posibilidad de realizar inversiones RIC, tanto por los beneficios fiscales que suponen como por su impacto positivo en la sociedad.

En este caso, se permite invertir en una empresa con un importe máximo de 1.000.000 de euros por año fiscal, siempre y cuando se cumplan los demás requisitos establecidos para las inversiones RIC A. La deducción aplicable para este tipo de inversiones es del 20% sobre el importe invertido.

Además, existen las inversiones RIC B.bis, que se refieren a las realizadas en empresas que cumplan con los requisitos de ser una pyme y, además, estén ubicadas en zonas geográficas específicas, como zonas deprimidas o zonas de transición demográfica.

En cuanto a los beneficios fiscales, para las inversiones RIC B y B.bis, se permite una deducción del 25% sobre el importe invertido en la base imponible del Impuesto sobre Sociedades.

Inversiones RIC D

Por último, las inversiones RIC D se refieren a aquellas realizadas en fondos de capital riesgo o sociedades de capital riesgo. Estas inversiones están sujetas a unos requisitos específicos, como que al menos un 60% del capital del fondo o sociedad sea utilizado para financiar a empresas que cumplan los requisitos de las inversiones RIC A, B o B.bis.

En este caso, se permite aplicar una deducción del 30% sobre el importe invertido en el Impuesto sobre Sociedades. Además, si la inversión se mantiene durante al menos 5 años, se podrá aplicar una deducción adicional del 4% por cada año adicional hasta un máximo del 48%.

Conclusión

En resumen, la casilla 736 del Impuesto sobre Sociedades en España hace referencia a las inversiones realizadas en RIC durante el año 2018. Estas inversiones pueden ser de varios tipos, como las RIC A, B, B.bis y D, y están sujetas a requisitos específicos en cada caso. La realización de estas inversiones supone importantes beneficios fiscales para las empresas, lo que fomenta la inversión en PYMES y proyectos de interés económico y social en España.

Además, es importante destacar que estas inversiones también contribuyen al desarrollo económico del país y al crecimiento de las empresas, generando empleo y fortaleciendo la economía en general. Por lo tanto, es recomendable que las empresas consideren la posibilidad de realizar inversiones RIC, tanto por los beneficios fiscales que suponen como por su impacto positivo en la sociedad.

Las empresas que cumplan con estos requisitos podrán aplicar una deducción del 30% sobre el importe invertido en la base imponible del Impuesto sobre Sociedades. Esta deducción podrá llegar al 40% si la empresa es considerada de nueva creación y cumple con ciertos requisitos adicionales, como mantener el mismo porcentaje de participación durante al menos 5 años.

Inversiones RIC B y B.bis

Las inversiones RIC B y B.bis se refieren a aquellas realizadas en empresas que no se consideran de nueva creación, pero que sí cumplen con los requisitos de ser pymes. Para ser considerada una pyme, la empresa debe tener menos de 250 trabajadores y una facturación inferior a 50 millones de euros o un balance general inferior a 43 millones de euros.

En este caso, se permite invertir en una empresa con un importe máximo de 1.000.000 de euros por año fiscal, siempre y cuando se cumplan los demás requisitos establecidos para las inversiones RIC A. La deducción aplicable para este tipo de inversiones es del 20% sobre el importe invertido.

Además, existen las inversiones RIC B.bis, que se refieren a las realizadas en empresas que cumplan con los requisitos de ser una pyme y, además, estén ubicadas en zonas geográficas específicas, como zonas deprimidas o zonas de transición demográfica.

En cuanto a los beneficios fiscales, para las inversiones RIC B y B.bis, se permite una deducción del 25% sobre el importe invertido en la base imponible del Impuesto sobre Sociedades.

Inversiones RIC D

Por último, las inversiones RIC D se refieren a aquellas realizadas en fondos de capital riesgo o sociedades de capital riesgo. Estas inversiones están sujetas a unos requisitos específicos, como que al menos un 60% del capital del fondo o sociedad sea utilizado para financiar a empresas que cumplan los requisitos de las inversiones RIC A, B o B.bis.

En este caso, se permite aplicar una deducción del 30% sobre el importe invertido en el Impuesto sobre Sociedades. Además, si la inversión se mantiene durante al menos 5 años, se podrá aplicar una deducción adicional del 4% por cada año adicional hasta un máximo del 48%.

Conclusión

En resumen, la casilla 736 del Impuesto sobre Sociedades en España hace referencia a las inversiones realizadas en RIC durante el año 2018. Estas inversiones pueden ser de varios tipos, como las RIC A, B, B.bis y D, y están sujetas a requisitos específicos en cada caso. La realización de estas inversiones supone importantes beneficios fiscales para las empresas, lo que fomenta la inversión en PYMES y proyectos de interés económico y social en España.

Además, es importante destacar que estas inversiones también contribuyen al desarrollo económico del país y al crecimiento de las empresas, generando empleo y fortaleciendo la economía en general. Por lo tanto, es recomendable que las empresas consideren la posibilidad de realizar inversiones RIC, tanto por los beneficios fiscales que suponen como por su impacto positivo en la sociedad.

En este tipo de inversiones, se exige que al menos un 50% del capital social de la empresa sea propiedad de personas físicas y que el inversor tenga una participación mínima del 5%. Además, solo se permite invertir en una empresa con un importe máximo de 300.000 euros por año fiscal.

Las empresas que cumplan con estos requisitos podrán aplicar una deducción del 30% sobre el importe invertido en la base imponible del Impuesto sobre Sociedades. Esta deducción podrá llegar al 40% si la empresa es considerada de nueva creación y cumple con ciertos requisitos adicionales, como mantener el mismo porcentaje de participación durante al menos 5 años.

Inversiones RIC B y B.bis

Las inversiones RIC B y B.bis se refieren a aquellas realizadas en empresas que no se consideran de nueva creación, pero que sí cumplen con los requisitos de ser pymes. Para ser considerada una pyme, la empresa debe tener menos de 250 trabajadores y una facturación inferior a 50 millones de euros o un balance general inferior a 43 millones de euros.

En este caso, se permite invertir en una empresa con un importe máximo de 1.000.000 de euros por año fiscal, siempre y cuando se cumplan los demás requisitos establecidos para las inversiones RIC A. La deducción aplicable para este tipo de inversiones es del 20% sobre el importe invertido.

Además, existen las inversiones RIC B.bis, que se refieren a las realizadas en empresas que cumplan con los requisitos de ser una pyme y, además, estén ubicadas en zonas geográficas específicas, como zonas deprimidas o zonas de transición demográfica.

En cuanto a los beneficios fiscales, para las inversiones RIC B y B.bis, se permite una deducción del 25% sobre el importe invertido en la base imponible del Impuesto sobre Sociedades.

Inversiones RIC D

Por último, las inversiones RIC D se refieren a aquellas realizadas en fondos de capital riesgo o sociedades de capital riesgo. Estas inversiones están sujetas a unos requisitos específicos, como que al menos un 60% del capital del fondo o sociedad sea utilizado para financiar a empresas que cumplan los requisitos de las inversiones RIC A, B o B.bis.

En este caso, se permite aplicar una deducción del 30% sobre el importe invertido en el Impuesto sobre Sociedades. Además, si la inversión se mantiene durante al menos 5 años, se podrá aplicar una deducción adicional del 4% por cada año adicional hasta un máximo del 48%.

Conclusión

En resumen, la casilla 736 del Impuesto sobre Sociedades en España hace referencia a las inversiones realizadas en RIC durante el año 2018. Estas inversiones pueden ser de varios tipos, como las RIC A, B, B.bis y D, y están sujetas a requisitos específicos en cada caso. La realización de estas inversiones supone importantes beneficios fiscales para las empresas, lo que fomenta la inversión en PYMES y proyectos de interés económico y social en España.

Además, es importante destacar que estas inversiones también contribuyen al desarrollo económico del país y al crecimiento de las empresas, generando empleo y fortaleciendo la economía en general. Por lo tanto, es recomendable que las empresas consideren la posibilidad de realizar inversiones RIC, tanto por los beneficios fiscales que suponen como por su impacto positivo en la sociedad.


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