Las amortizaciones fiscalmente deducibles son un concepto muy importante en el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) en España. Se refieren a los gastos que pueden ser deducidos en la declaración de la renta como una forma de reconocer el desgaste o deterioro que sufren los bienes utilizados en la actividad económica.

La ley del IRPF establece una serie de requisitos que deben cumplirse para poder deducir las amortizaciones. Uno de ellos es que los bienes deben estar afectados a la actividad económica, es decir, deben ser utilizados para obtener ingresos. Además, la ley establece un método de cálculo para determinar la cuantía de la amortización, llamado «método de la línea recta», que consiste en repartir el coste del bien de manera uniforme a lo largo de su vida útil.

En resumen, las amortizaciones fiscalmente deducibles son un mecanismo que permite a los contribuyentes deducir en su declaración de la renta el desgaste o deterioro de los bienes utilizados en la actividad económica. Estas deducciones tienen un impacto directo en la determinación del beneficio o la renta neta sujeta a tributación y están sujetas a una serie de requisitos y métodos establecidos por la ley del IRPF.