Las retenciones en el IRPF son un sistema de pago anticipado del impuesto sobre la renta que tiene como objetivo facilitar el cumplimiento de las obligaciones fiscales por parte de los contribuyentes. Este sistema establece que determinadas cantidades de dinero deben ser retenidas en origen por parte de las personas o entidades que realizan determinados pagos, para posteriormente ser ingresadas en la Hacienda Pública.

Para las personas físicas, la retención se calcula en función de la naturaleza de los rendimientos: trabajo, actividades económicas, capital inmobiliario o capital mobiliario. Además, la ley considera una serie de características individuales del contribuyente, como su edad o su situación familiar, que también pueden influir en la cuantía de la retención.

Para las sociedades, la retención se determina en función del tipo de sociedad y de su actividad, pudiendo llegar hasta el 25% en el caso de empresas dedicadas a actividades profesionales.

En resumen, las retenciones en el IRPF varían en función del tipo de contribuyente y de sus características individuales, por lo que es importante tener en cuenta estos aspectos a la hora de calcular la cuantía a retener en origen. En caso de tener dudas, es recomendable consultar con un experto en la materia para asegurar el correcto cumplimiento de las obligaciones fiscales.