El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) es uno de los impuestos más importantes en España, ya que grava la renta obtenida por las personas físicas. Una de las características de este impuesto es que se realiza una retención sobre los ingresos de los trabajadores, es decir, una parte del salario se deduce directamente por parte del empleador y se entrega a la Agencia Tributaria para su posterior liquidación en la Declaración de la Renta.

Es importante tener en cuenta que la retención del IRPF es una forma de anticipar el pago del impuesto y evitar una liquidación elevada en la Declaración de la Renta. Por tanto, si una persona tiene una retención de 33000 euros, significa que durante el año ha recibido una cantidad importante de ingresos sujetos a este impuesto y se ha aplicado una retención elevada para cubrir el impuesto a pagar.