Los rendimientos del capital inmobiliario son aquellos beneficios que se obtienen por la posesión, uso o cesión de bienes inmuebles, ya sea mediante alquiler o venta. En España, estos rendimientos se deben declarar en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).

Otra novedad importante fue la obligación de declarar los rendimientos obtenidos por la cesión de uso de viviendas para fines turísticos, como es el caso de plataformas como Airbnb o HomeAway. Esta medida buscaba equiparar la tributación de los alquileres turísticos a la de los alquileres tradicionales, que ya estaban sujetos a tributación en el IRPF.

En resumen, en el año 2010 se produjeron cambios en la normativa de IRPF relacionados con los rendimientos del capital inmobiliario, con el objetivo de fomentar la inversión y mejorar la tributación de estos rendimientos. Estas medidas han seguido vigentes en los años posteriores, aunque han sufrido algunas modificaciones en función de la evolución del mercado inmobiliario y las necesidades económicas del país.