Las reducciones específicas en la base imponible por discapacidad en 2012 se refieren a las deducciones que pueden aplicar las personas con discapacidad en su declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) de ese año. Estas deducciones tienen como objetivo ayudar a compensar el gasto adicional que estas personas pueden tener debido a su discapacidad.

Otra de las reducciones previstas es la que se aplica en la cuota líquida del impuesto, es decir, en la cantidad final que se debe pagar una vez aplicadas todas las deducciones y bonificaciones. Esta deducción puede ser de hasta 9.000 euros anuales para los contribuyentes con un grado de discapacidad igual o superior al 65%. También existe una reducción adicional de 1.200 euros anuales para aquellos contribuyentes que tengan discapacidad y sean titulares de un Plan de Ahorro a Largo Plazo.