La reducción por movilidad geográfica es un beneficio fiscal que permite a los contribuyentes deducir una cantidad en su declaración de IRPF por los gastos derivados de un cambio de residencia o desplazamiento a un lugar diferente al habitual por razones laborales. Esta medida se aplica desde el año 2012 y tiene como objetivo fomentar la movilidad de los trabajadores y facilitar su integración en el mercado laboral.

Por otro lado, los gastos que se pueden deducir son los derivados del traslado de los bienes y personas de la familia, como el alquiler de una vivienda, los gastos de mudanza, transporte de muebles y enseres, así como algunos gastos de escolaridad y de manutención en el primer año de trabajo en la nueva ubicación. Estos gastos pueden deducirse hasta un máximo de 3.500 euros en la declaración de IRPF.

En definitiva, la reducción por movilidad geográfica en el IRPF de España supone un beneficio fiscal para aquellos trabajadores que se ven obligados a cambiar de residencia por motivos laborales, favoreciendo así la movilidad en el mercado de trabajo y facilitando la adaptación a nuevas ubicaciones.