Los rendimientos íntegros del trabajo son aquellos ingresos que percibe una persona física derivados de su trabajo personal, ya sea por cuenta ajena o por cuenta propia. Estos rendimientos incluyen salarios, sueldos, comisiones, gratificaciones, dietas y cualquier otra retribución o beneficio recibido por la actividad laboral.

Además, también se consideran rendimientos íntegros del trabajo las prestaciones sociales y/o económicas que recibe un empleado por parte de la Seguridad Social, como son la prestación por desempleo, la prestación por maternidad o paternidad, o las pensiones por incapacidad laboral.

Los rendimientos íntegros del trabajo son una de las principales fuentes de ingresos de los contribuyentes españoles y su correcta declaración y tributación es esencial para cumplir con las obligaciones fiscales y evitar posibles sanciones por parte de la Agencia Tributaria. Por ello, es importante asesorarse adecuadamente y conocer todas las deducciones y bonificaciones aplicables a estos ingresos para optimizar la declaración de la renta.