En el ámbito fiscal, el principio de devengo se refiere al momento en el que se deben registrar los ingresos y los gastos en la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Este principio establece que los ingresos y gastos deben registrarse en el ejercicio fiscal en el que se hayan devengado, es decir, en el que se hayan generado los derechos y obligaciones económicas, independientemente de cuándo se hayan percibido o pagado efectivamente.

Por ejemplo, si un trabajador recibe su salario correspondiente al mes de diciembre en el mes de enero del año siguiente, el principio de devengo establece que dicho ingreso debe ser registrado en la declaración del IRPF correspondiente al ejercicio fiscal en el que se devengó, es decir, en el mes de diciembre.

En resumen, el principio de devengo en fiscalidad es fundamental para determinar el momento en el que deben registrarse los ingresos y gastos en la declaración del IRPF, lo que permite una adecuada imputación de estos conceptos y una correcta determinación del periodo impositivo de cada ejercicio fiscal.