La percepción de atrasos de rendimientos del trabajo es una situación que se produce cuando un trabajador recibe una cantidad económica correspondiente a años anteriores, es decir, cuando un empleado recibe un pago de sueldo o cualquier otra remuneración correspondiente a un periodo anterior al que se está declarando en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).

En estos casos, se considera que el contribuyente ha obtenido una percepción de atrasos de rendimientos del trabajo, por lo que dichos ingresos deben ser incluidos en la declaración de IRPF del ejercicio en el que se han recibido. Es importante destacar que en la declaración de IRPF se deberá indicar el año al que corresponden los atrasos, a pesar de estar declarándolos en el ejercicio actual.