La pensión del SOVI (Seguro Obligatorio de Vejez e Invalidez) es una prestación económica que se otorga a los trabajadores que no han podido cotizar o no tienen suficientes cotizaciones para acceder a una pensión contributiva de la Seguridad Social en España. Esta pensión es gestionada por el Estado y no por la Seguridad Social.

Sin embargo, la pensión del SOVI tiene una serie de beneficios fiscales que la diferencian de otros ingresos, como las pensiones contributivas. Por ejemplo, en la mayoría de los casos, solo el 50% de la pensión del SOVI está sujeto a tributación, mientras que el otro 50% se considera exento. Además, el importe de la pensión del SOVI no puede superar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en función de la situación personal y familiar del beneficiario.

Por último, es importante mencionar que, al igual que ocurre con otras prestaciones públicas, la pensión del SOVI también puede verse afectada por distintas deducciones en la Declaración de la Renta, como por ejemplo la deducción por familia numerosa o por discapacidad, en caso de que se cumplan los requisitos exigidos por la ley. En definitiva, la pensión del SOVI es considerada como un ingreso a efectos fiscales y debe incluirse en la Declaración de la Renta, pero cuenta con una serie de ventajas fiscales que buscan proteger a las personas más vulnerables y garantizar una mejor calidad de vida en la jubilación o en caso de invalidez.