La imputación de rentas es un término utilizado en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en España y se refiere a la inclusión de determinados ingresos en la base imponible del impuesto, aunque no hayan sido percibidos efectivamente por el contribuyente.

La imputación de rentas inmobiliarias se aplica a los propietarios de bienes inmuebles que no los tienen alquilados, como por ejemplo una segunda vivienda o un local comercial vacío. En estos casos, la ley establece que el contribuyente debe imputar como rendimiento de capital inmobiliario una cantidad determinada, que se calcula en función del valor catastral del inmueble y de su ubicación.

Es importante mencionar que la imputación de rentas no significa que el contribuyente tenga que pagar impuestos por una cantidad que no ha recibido en efectivo, sino que se trata de una forma de asegurar que los ingresos generados por el patrimonio también sean gravados por el impuesto sobre la renta. Sin embargo, existen algunas excepciones y medidas de reducción de la imputación de rentas en determinados casos, como por ejemplo cuando el inmueble ha sido objeto de alquiler en determinados períodos de tiempo.