El Importe Mínimo del Contribuyente, también conocido como IMC, es un beneficio fiscal que se otorga a los contribuyentes españoles a través de la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Se trata de una cantidad mínima no sujeta a impuestos, por lo que no se incluirá en la base imponible del impuesto y, por lo tanto, no se tendrán que pagar impuestos sobre ella.

Para el año 2012, el Importe Anual del Contribuyente se estableció en 5.151,96 euros para aquellos contribuyentes con rentas inferiores a 8.000 euros anuales, siempre y cuando no existan ascendientes o descendientes con derecho a aplicar el mínimo por descendientes o por ascendientes. En el caso de que existan descendientes o ascendientes, el límite del Importe Anual se incrementa en 1.500 euros por cada uno de ellos.

Es importante mencionar que el Importe Mínimo del Contribuyente no supone una reducción directa en la cuota del impuesto, sino que se trata de una cantidad que no se tiene que tener en cuenta a la hora de calcular la base imponible del impuesto. Además, es un beneficio que se aplica de forma automática en la Declaración de la Renta, siempre y cuando se cumplan los requisitos establecidos.