El año 2010 fue un periodo marcado por la recuperación económica tras la crisis financiera global de 2008. En España, uno de los principales indicadores del desempeño económico es el índice bursátil del Ibex D, que representa a las empresas con mayor capitalización dentro de la Bolsa de Madrid. En enero de ese año, el Ibex D alcanzó su punto más alto en casi dos años, cerrando en 11.105,7 puntos, lo que supuso un aumento del 4,1% respecto al mes anterior.

Sin embargo, a pesar de este fuerte comienzo de año, el Ibex D no logró mantener su tendencia alcista durante todo 2010. En los meses siguientes, la incertidumbre respecto a la economía española y la crisis de deuda en Europa afectaron la confianza de los inversores y el índice bursátil experimentó una tendencia a la baja. Al cierre del año, el Ibex D había retrocedido un 17,4% en comparación con su nivel en enero.