Los gastos deducibles del rendimiento íntegro de capital inmobiliario son aquellos gastos que pueden restarse de los ingresos obtenidos por el alquiler de una propiedad para calcular la base imponible del IRPF. Estos gastos se refieren a los costos necesarios para mantener o conservar la propiedad en un estado adecuado para su alquiler, y en general, deben estar debidamente justificados y ser estrictamente relacionados con la actividad de alquiler.

Es importante mencionar que en el caso de inmuebles destinados a la vivienda, no se pueden deducir los gastos relacionados con el mobiliario o enseres que se encuentren dentro del inmueble, ya que estos se consideran parte del patrimonio del propietario y no están directamente relacionados con la actividad de alquiler. Asimismo, los gastos de amortización de la propiedad tampoco son deducibles, ya que se considera un gasto ficticio al no suponer un desembolso real para el propietario.