Las fracciones de deudas son una forma de pago o compensación de una deuda a través de la entrega de una parte de la misma en lugar del pago total. Esta modalidad de pago está regulada en el artículo 1101 del Código Civil español, que establece que «el acreedor no está obligado a recibir parte en pago, ni el deudor puede ser obligado a darlo, si no se han convenido expresamente en el contrato las fracciones de deuda que puedan darse o recibirse».

Las fracciones de deudas pueden ser utilizadas en diferentes situaciones, como por ejemplo en contratos de compraventa, donde el comprador puede entregar una parte del precio acordado y el resto en cuotas periódicas. También pueden ser aplicadas en deudas tributarias, como el pago de impuestos, donde la Administración puede aceptar la entrega de un bien o la cesión de un crédito como forma de pago parcial de la deuda.

En conclusión, las fracciones de deudas son una opción legalmente válida y utilizada en diversas situaciones para el pago o compensación de deudas. Sin embargo, su utilización debe ser acordada previamente entre las partes y no exime al deudor de seguir cumpliendo con la deuda total hasta su completa satisfacción.