Los elementos del patrimonio empresarial son aquellos activos que forman parte de la estructura financiera de una empresa y son utilizados para su actividad principal. Estos elementos se caracterizan por ser tangibles e intangibles, y se clasifican en activos fijos y activos circulantes.

Por otro lado, los activos circulantes son aquellos que se utilizan de manera temporal en el desarrollo de la actividad, y se caracterizan por ser intercambiados o consumidos en un plazo no mayor a un año. Estos incluyen elementos como el efectivo, inventarios, cuentas por cobrar, entre otros.

Es importante tener en cuenta que la gestión adecuada de los elementos del patrimonio empresarial es clave para el éxito de una empresa. Una buena administración de los activos fijos puede generar ahorros en costos de mantenimiento y reposición, mientras que una adecuada gestión de los activos circulantes permite contar con los recursos necesarios para el desarrollo de la actividad de la empresa.