Las dietas exentas de IRPF son un beneficio fiscal que permite a los trabajadores y autónomos deducir ciertos gastos relacionados con su actividad laboral de su base imponible en la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Estas dietas son consideradas como ingresos que no están sujetos a retención y por lo tanto, no computan para el cálculo del impuesto.

Existen varias categorías de dietas exentas que pueden aplicarse en la declaración del IRPF. Por un lado, se encuentran las dietas por viajes que cubren gastos de transporte y alojamiento en caso de desplazamientos por motivos laborales. También se incluyen las dietas de manutención que cubren gastos de comida durante estos viajes, siempre y cuando se cumplan ciertos requisitos de distancia y duración del desplazamiento.

En resumen, las dietas exentas de IRPF en 2012 suponían una importante ayuda para los trabajadores y autónomos en su declaración anual de impuestos, siempre y cuando cumplieran con los requisitos y limitaciones establecidos por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. Estas medidas favorecían especialmente a aquellos que realizaban desplazamientos frecuentes o necesitaban realizar gastos relacionados con su actividad laboral.