Para calcular la base imponible de un profesional con un neto, es necesario tener en cuenta una serie de factores y conceptos clave. En primer lugar, la base imponible es la cantidad sobre la cual se aplican los tipos impositivos para determinar el IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) que debe pagar un contribuyente. Esta base se calcula restando las deducciones y reducciones que puedan aplicarse al salario bruto o al ingreso total del profesional.

En cambio, en el caso de los trabajadores autónomos, el neto se calcula restando los gastos deducibles de los ingresos brutos. Estos gastos incluyen, entre otros, los gastos de alquiler, suministros, seguros, material de trabajo o amortizaciones de maquinaria. Una vez se haya calculado este neto, se aplicará el tipo impositivo correspondiente para calcular la base imponible y, a partir de ahí, determinar el IRPF a pagar.