Para que las dietas puedan ser consideradas como exceptuadas de gravamen, es necesario que el trabajador justifique su gasto mediante facturas o justificantes válidos. Además, es importante que estas dietas se ajusten a los límites fijados por la legislación fiscal, ya que si se superan podrían ser consideradas como una retribución en especie y, por lo tanto, estar sujetas a tributación.

En conclusión, la casilla del IRPF para declarar las dietas exceptuadas de gravamen es una herramienta que permite a los trabajadores declarar de forma adecuada los gastos de desplazamiento y manutención que han tenido que realizar como parte de su actividad laboral sin tener que tributar por ellos en la declaración de la renta. Es importante contar con toda la documentación necesaria para justificar estos gastos y asegurarse de no superar los límites establecidos por la ley para poder beneficiarse de esta exención fiscal.