El rendimiento neto reducido del trabajo es una figura dentro del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) de España que se utiliza para calcular el importe final que un trabajador debe pagar al Estado en concepto de impuestos en relación a sus ingresos laborales.

Una vez obtenida la cantidad total de los rendimientos brutos del trabajo, se deben restar una serie de gastos y deducciones tanto personales como familiares previamente establecidos en la legislación fiscal. Entre estos gastos y deducciones se encuentran los gastos de manutención, los gastos de formación, los gastos de transporte, las cuotas sindicales, entre otros.