La Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) es el órgano encargado de gestionar todo lo relacionado con el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en España. Una de las cuestiones más importantes que se deben tener en cuenta a la hora de declarar en este impuesto son las exenciones de dividendos.

En concreto, la AEAT establece dos tipos de exenciones de dividendos en el IRPF. Por un lado, la exención de dividendos procedentes de sociedades por acciones o participaciones en fondos propios que se posean durante al menos un año y se cumpla con determinados requisitos de titularidad. Por otro lado, la exención de dividendos distribuidos por filiales en los casos en los que el porcentaje de participación sea igual o superior al 5% y se cumplan unas condiciones específicas.

En resumen, la AEAT establece ciertas exenciones de dividendos en el IRPF para favorecer la inversión en empresas y fomentar el crecimiento económico. Sin embargo, es necesario cumplir con una serie de requisitos y solicitarlas de manera adecuada para poder beneficiarse de ellas en la declaración de la renta.