Existen algunos países en el mundo que tienen un sistema fiscal diferente al del resto y no imponen impuestos sobre las rentas de capital. Esto significa que los ciudadanos y residentes en dichos países no pagan impuestos sobre los intereses, dividendos, ganancias de capital y otras formas de ingresos derivados de sus inversiones.

Otro país que no grava las rentas de capital es Singapur. Aquí no se aplican impuestos sobre los intereses ni las ganancias de capital de los ciudadanos y residentes, aunque sí se gravan los dividendos de las acciones extranjeras. Este régimen fiscal atractivo ha atraído a numerosos inversores y empresas a establecerse en Singapur.

Sin embargo, incluso en países donde no se aplican impuestos sobre las rentas de capital, pueden existir otras formas de tributación, como impuestos sobre la propiedad o impuestos indirectos, por lo que es importante consultar con expertos fiscales locales antes de tomar decisiones de inversión.