Existen varias clases de categorías en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en España, que se utilizan para clasificar a los contribuyentes según sus características personales y económicas. A continuación, se explicarán brevemente las principales categorías existentes en este impuesto.

La siguiente categoría es la de rentas del capital, que incluye los rendimientos obtenidos por el capital invertido, como por ejemplo los intereses de cuentas bancarias, dividendos de acciones o ganancias patrimoniales. Esta categoría se aplica principalmente a los contribuyentes que obtienen ingresos por inversiones.

Otra categoría importante es la de rendimientos del alquiler, que incluye los ingresos obtenidos por la explotación de bienes inmuebles (viviendas, locales comerciales, etc.). Los contribuyentes que obtienen ingresos por alquileres deben declararlos en esta categoría y aplicar las correspondientes deducciones y reducciones fiscales.

Por último, se encuentra la categoría de imputación de rentas inmobiliarias, que se aplica a los propietarios de bienes inmuebles que no los tienen alquilados, pero que deben imputar un ingreso ficticio en su declaración de IRPF. Esta categoría se aplica principalmente a segundas residencias o viviendas que están vacías durante ciertos períodos del año.