En el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) de España, la cuota líquida es el resultado de restar a la base liquidable las deducciones aplicables. Sin embargo, existen también las deducciones de la cuota líquida, que son aquellas que se aplican directamente sobre la cuota resultante y no sobre la base liquidable.

Otra de las deducciones de la cuota líquida más relevantes es la que se aplica a las donaciones a determinadas entidades sin fines lucrativos. En este caso, se puede deducir un 25% de la donación realizada, con un límite del 10% de la base liquidable del contribuyente. Esta deducción tiene como objetivo fomentar la solidaridad y la ayuda a organizaciones que realizan una labor social importante.

Es importante tener en cuenta que las deducciones de la cuota líquida son diferentes a las deducciones de la base liquidable, ya que estas últimas se aplican sobre la base imponible del contribuyente y no sobre la cuota resultante. En general, las deducciones de la cuota líquida tienen como objetivo fomentar situaciones o actividades consideradas de interés general, por lo que es importante revisarlas cada año en la declaración de la renta para aprovechar al máximo las ventajas fiscales que ofrecen.