En el caso de los trabajadores por cuenta ajena, el máximo que se puede deducir por gastos de locomoción en el IRPF es de 2.000 euros anuales. Sin embargo, para poder aplicar esta deducción, el trabajador debe tener un contrato laboral y que el lugar de trabajo se encuentre a una distancia superior a dos kilómetros de su domicilio.

Es importante mencionar que para poder aplicar la deducción por gastos de locomoción, se deben conservar todos los justificantes y recibos que acrediten estos gastos, ya que la AEAT puede requerirlos en caso de una posible inspección. También es recomendable que el trabajador presente una declaración responsable a la empresa en la que indique que cumple con los requisitos establecidos para la deducción.