Los trabajadores desplazados se refieren a aquellos empleados que deben trasladarse temporalmente a otro lugar diferente a su residencia habitual para realizar su trabajo. En el caso del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en España, estos trabajadores se encuentran en una situación especial, ya que pueden optar por tributar en el país de destino o en su país de origen, dependiendo de las circunstancias.

En cuanto a la tributación, el trabajador desplazado podrá optar por tributar en el país de destino si cumple con los requisitos establecidos en la legislación española. Entre ellos, se encuentra que el desplazamiento sea por un periodo máximo de 183 días durante un año natural, tenga su residencia fiscal en España y se trate de una empresa española que lo desplaza.

En resumen, los trabajadores desplazados en España tienen una situación especial en cuanto a su tributación, ya que pueden optar por tributar en el país de destino siempre y cuando cumplan con los requisitos establecidos en la legislación española. Esto les permite beneficiarse de ciertas ventajas fiscales y evitar una doble imposición en caso de pagar impuestos tanto en el país de destino como en España.