En el contexto del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en España, existen una serie de medidas fiscales que permiten a los contribuyentes reducir su base imponible y, por lo tanto, el importe del impuesto a pagar. Uno de estos instrumentos son las aportaciones a sistemas de previsión social, cuyo objetivo es incentivar el ahorro a largo plazo para la jubilación.

En el caso de la Renta 2012, las aportaciones a sistemas de previsión social tuvieron un impacto positivo en la declaración de la renta, ya que permitían reducir la base imponible en un máximo de 10.000 euros para las aportaciones realizadas de forma individual y en un máximo de 12.500 euros en el caso de que la aportación sea realizada por el empresario.

En resumen, las aportaciones a sistemas de previsión social son una herramienta importante para reducir la base imponible en la declaración de la renta y, por lo tanto, el impuesto de IRPF a pagar. Además, estas aportaciones también incentivaban el ahorro a largo plazo para la jubilación, algo beneficioso tanto para los contribuyentes como para el sistema de pensiones en España.