A partir de octubre de 2010, el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) en España sufrió una serie de cambios significativos. Entre ellos, se destaca la subida del tipo general del IVA del 16% al 18%, y del tipo reducido del 7% al 8%.

Además, también se estableció un nuevo tipo impositivo del 4% para determinados bienes y servicios considerados de primera necesidad, como el pan, la leche, los medicamentos y los servicios funerarios. Este cambio fue recibido con críticas por parte de los consumidores, que consideraban que estos productos debían estar sujetos a un tipo reducido de IVA.

En conclusión, octubre de 2010 marcó un antes y un después en cuanto al Impuesto sobre el Valor Añadido en España, con una subida generalizada de los tipos impositivos que afectó a la economía y el poder adquisitivo de los ciudadanos. Estos cambios continuaron siendo objeto de debate durante los años siguientes y aún hoy siguen generando controversia.