Las gratificaciones extraordinarias en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) se refieren a aquellos ingresos que reciben los trabajadores y que no corresponden a su salario habitual. Pueden ser en forma de bonificaciones, comisiones, premios, retribuciones por rendimiento, entre otros conceptos.

Sin embargo, existen ciertas condiciones que pueden beneficiar a aquellos contribuyentes que reciben estas gratificaciones. Por ejemplo, en el caso de los trabajadores que perciben un salario inferior a 33.007,2 euros anuales, estas gratificaciones están sujetas a una retención del 2% en lugar del porcentaje habitual que aplica a los salarios.

Es importante recordar que las gratificaciones extraordinarias deben estar debidamente justificadas y documentadas para poder ser incluidas en la declaración de la renta. En caso de no contar con la documentación requerida, pueden ser consideradas como ingresos no justificados y ser objeto de una inspección por parte de la Agencia Tributaria. Por lo tanto, es recomendable mantener un registro detallado de las gratificaciones recibidas y su justificación.