La renta de una inmobiliaria en España se declara como cualquier otra actividad económica en el Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas (IRPF). Esta renta se considera como un ingreso en la categoría de rendimiento de actividades económicas en la declaración de la renta, por lo que se deben cumplir con las obligaciones fiscales correspondientes.

En cuanto al pago de impuestos, la inmobiliaria está obligada a realizar el ingreso a cuenta del IRPF de sus trabajadores, ya sean empleados o colaboradores externos, en la fecha y forma establecida por la ley. Este ingreso a cuenta será calculado sobre el importe de los servicios que se paguen, y será retenido directamente por la inmobiliaria para luego ser ingresado en la Agencia Tributaria.

En resumen, el pago de la renta por parte de una inmobiliaria en España implica cumplir con todas las obligaciones fiscales establecidas por la ley en relación a la actividad económica desarrollada. Es importante contar con un asesoramiento adecuado para llevar a cabo de manera correcta la gestión fiscal de la inmobiliaria y evitar posibles sanciones por incumplimiento de las obligaciones fiscales.