En el sistema fiscal español, los contribuyentes tienen la posibilidad de aplazar el pago de impuestos a través de los mecanismos de aplazamiento y fraccionamiento. En el caso del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), se permite aplazar el pago de la deuda tributaria siempre que se cumplan ciertos requisitos y se solicite dentro de los plazos establecidos.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que los intereses de demora en el aplazamiento de la deuda tributaria se pueden reducir en ciertos casos, como por ejemplo si se presenta una garantía suficiente para el pago de la deuda, si se realiza un pago parcial de la misma, o si se demuestra dificultad económica para hacer frente al pago en las condiciones iniciales.

En resumen, los intereses de aplazamiento de Hacienda en el IRPF son un componente a tener en cuenta a la hora de solicitar un aplazamiento de pago de la deuda tributaria. Sin embargo, es posible reducirlos en determinadas situaciones, y desde 2017 se aplican a un tipo de interés más bajo para favorecer una mayor flexibilidad en el aplazamiento del pago de impuestos.