Las donaciones y aportaciones a patrimonios protegidos de personas con discapacidad están contempladas en la ley de Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas en España, específicamente en la casilla 417 de la declaración de la renta.

En este sentido, las donaciones o aportaciones realizadas a estos patrimonios gozan de una serie de beneficios fiscales en la declaración de la renta, ya que pueden ser deducidas de la base imponible del IRPF hasta un máximo de 10.000 euros anuales por cada titular de un patrimonio protegido. Además, estas donaciones también están exentas del Impuesto sobre Donaciones, por lo que no se tienen en cuenta a la hora de calcular el impuesto a pagar.

En resumen, las donaciones y aportaciones a patrimonios protegidos de personas con discapacidad suponen un estímulo fiscal para aquellas personas que deseen contribuir a la protección del patrimonio de este colectivo vulnerable, permitiendo mejorar su calidad de vida y su autonomía económica.