La afectación de la actividad económica en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) se refiere a la condición que debe cumplirse para que una determinada actividad sea considerada como económica y, por lo tanto, pueda ser objeto de deducciones y beneficios fiscales en la declaración del IRPF.

– Ser desarrollada de manera habitual y por cuenta propia: esto implica que la actividad debe ser realizada de manera constante y no de forma esporádica, y que la persona que la realiza es responsable de todas las decisiones y riesgos relacionados con la misma.

Para demostrar la afectación de la actividad económica, el contribuyente debe presentar pruebas que acrediten que la actividad se ha llevado a cabo de manera regular y con la intención de obtener un beneficio. Estas pruebas pueden ser, por ejemplo, facturas, contratos, registros contables y cualquier otra documentación que demuestre la realización de la actividad.

En resumen, la afectación de la actividad económica es un criterio clave en el IRPF que permite diferenciar entre las actividades que son realizadas como parte de una actividad económica y aquellas que son consideradas como actividades puramente personales. Cumplir con los requisitos de afectación puede suponer importantes ventajas fiscales para el contribuyente.