Los gastos fiscalmente no deducibles son aquellos que no pueden ser descontados en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en la declaración de la renta. Esto significa que no se pueden restar del total de ingresos para reducir la base imponible y, por lo tanto, el impuesto a pagar.

Además, los gastos personales o familiares, como la ropa, el ocio o la educación de los hijos, no son deducibles en el IRPF. Tampoco lo son los gastos de representación, aquellos que se realizan en beneficio de un tercero o los que no están directamente relacionados con la actividad económica del contribuyente.

En resumen, los gastos fiscalmente no deducibles son aquellos que no cumplen con los requisitos establecidos por la ley para ser considerados deducibles en el IRPF. Es importante tener en cuenta esta información al realizar la declaración de la renta para evitar errores que puedan resultar en sanciones económicas por parte de la Agencia Tributaria.