El IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) en España es un impuesto progresivo que grava la renta obtenida por las personas físicas residentes en el país. Esto significa que a medida que la renta aumenta, también lo hace la tasa impositiva.

Este beneficio está dirigido a las familias que tienen al menos un hijo menor de 25 años a su cargo. Para poder aplicar este mínimo, el hijo debe cumplir ciertos requisitos, como ser residente en España y no tener ingresos superiores a 8.000 euros anuales.

Es importante destacar que esta deducción solo se aplica a las familias con ingresos inferiores a 11.250 euros anuales. En caso de que los ingresos superen esta cantidad, la deducción se reduce gradualmente y desaparece por completo cuando se alcanzan los 14.450 euros anuales.