En el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) de España, los dividendos y demás rendimientos por la participación en fondos propios de entidades se consideran una forma de renta del capital mobiliario. Esto se refiere a los beneficios que recibe un inversor por ser accionista de una empresa.

En términos fiscales, los dividendos y demás rendimientos por la participación en fondos propios de entidades están sujetos a una retención del 19% para residentes fiscales en España. Sin embargo, existen algunas excepciones a esta retención, como por ejemplo, cuando el beneficiario es una entidad no residente en España o cuando los dividendos provienen de entidades en las que se tiene una participación significativa (más del 5% del capital). En estos casos, la retención puede ser reducida o incluso eliminada.

En resumen, los dividendos y demás rendimientos por la participación en fondos propios de entidades son una forma de renta del capital mobiliario en el IRPF de España, sujetos a una retención del 19% con algunas excepciones y beneficios fiscales. Como experto en IRPF, es importante tener en cuenta estas especificidades al calcular el impuesto a pagar por parte de los inversores en acciones de empresas.