Los Gastos de Estudios de Descendientes son aquellos gastos en educación que pueden ser deducibles en la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) por parte de los padres o tutores legales de un hijo o descendiente. Estos gastos pueden ser deducibles siempre y cuando se cumplan ciertos requisitos establecidos por la Agencia Tributaria.

Además, estos gastos deben estar debidamente justificados con facturas y recibos que acrediten su pago y la relación directa con la educación del descendiente. Entre los gastos que pueden ser deducibles se encuentran los costos de matriculación en centros de enseñanza reglada, libros de texto y material escolar, transporte escolar y gastos de residencia en el caso de estudios fuera del domicilio familiar. También pueden incluirse los gastos de clases particulares si son necesarias para cubrir deficiencias educativas del descendiente.

En resumen, los Gastos de Estudios de Descendientes pueden suponer un alivio fiscal para los padres y tutores legales, ya que permiten reducir la base imponible del IRPF y, por lo tanto, pagar menos impuestos. Sin embargo, es importante revisar detalladamente los requisitos y limitaciones establecidos por la Agencia Tributaria para no cometer errores en la declaración y evitar posibles sanciones en caso de irregularidades.