En la declaración de la renta del año 2013, se establecieron diversas exenciones para aquellos trabajadores afectados por un Expediente de Regulación de Empleo (ERE). Estas exenciones tenían como objetivo aliviar la carga fiscal de aquellos trabajadores que se encontraban en una situación de desempleo debido a la crisis económica que atravesaba España en ese momento.

La primera exención aplicable es la de indemnizaciones por despido, en la que las cantidades percibidas por el trabajador están exentas hasta un máximo de 180.000 euros. Esta exención es aplicable tanto a las indemnizaciones pactadas en el ERE como a las que se reciban en caso de despido improcedente.

Es importante destacar que estas exenciones solo se aplican a la parte de la indemnización o prestación que no exceda de 2.000.000 de euros. Además, la parte exenta de la indemnización o prestación se reduce en un 15% si se ha disfrutado de una reducción de jornada laboral previa al ERE.