Los rendimientos obtenidos de forma notoriamente irregular son aquellos que no tienen una periodicidad regular y que no se corresponden con la actividad económica habitual del contribuyente. Se trata de ingresos atípicos y excepcionales que no se producen de manera recurrente y que pueden ser fruto de situaciones imprevistas o fortuitas.

En estos casos, se aplican una serie de normas especiales para su tributación, ya que al ser considerados como extraordinarios pueden suponer una alteración en la progresividad del impuesto. Por tanto, se establece un tratamiento diferenciado para estos rendimientos a fin de evitar que se graven de forma injusta.

En resumen, los rendimientos obtenidos de forma notoriamente irregular tienen un tratamiento fiscal diferente al resto de ingresos en la declaración del IRPF, con el objetivo de mantener la progresividad del impuesto y evitar una tributación desproporcionada en situaciones excepcionales.