Los intereses y gastos financieros son algunos de los conceptos que se incluyen en la declaración de renta en España y que afectan directamente al cálculo del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF). Estos conceptos corresponden a los gastos y pagos realizados por los contribuyentes en concepto de intereses por préstamos o créditos, así como por la contratación de determinados productos financieros.

Entre los gastos deducibles en la declaración de renta se encuentran los intereses pagados por préstamos para la adquisición de vivienda habitual. Esta deducción solo se aplica a los préstamos hipotecarios destinados a la compra, construcción o rehabilitación de la primera vivienda habitual. Además, también es posible deducir los intereses de préstamos destinados a la adquisición de acciones o participaciones en Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión en el Mercado Inmobiliario (SOCIMI). Por otro lado, los gastos no deducibles en la declaración de renta incluyen los intereses o gastos financieros derivados de la adquisición de bienes o servicios personales, así como los intereses por deudas con entidades no residentes en España.

En resumen, los intereses y gastos financieros en la declaración de renta son una parte importante a tener en cuenta en el cálculo del impuesto sobre la renta en España. A través de la deducción de determinados gastos financieros, los contribuyentes pueden reducir la cantidad a pagar en concepto de IRPF, mientras que los rendimientos del capital mobiliario corresponden a los intereses generados por inversiones y se consideran como ingresos sujetos a impuestos. Por lo tanto, es importante conocer la normativa vigente para poder realizar una correcta declaración de renta y aprovechar al máximo las deducciones disponibles.