Un periodo impositivo es el tiempo durante el cual una persona física o jurídica debe declarar sus impuestos correspondientes. En general, el periodo impositivo en España suele ser de un año natural, es decir, del 1 de enero al 31 de diciembre. Sin embargo, en algunos casos es posible que existan periodos impositivos inferiores al año, y esto puede ocurrir por varias razones.

Otra situación en la que puede haber periodos impositivos inferiores al año es cuando se produce la desaparición de la actividad empresarial o profesional antes de finalizar el periodo fiscal. En este caso, se deberán declarar los impuestos correspondientes al tiempo transcurrido en el periodo fiscal y se deberá presentar una declaración de cese de actividad.

En resumen, los periodos impositivos inferiores al año son situaciones comunes en el ámbito fiscal español que pueden deberse a la iniciación o cese de actividades económicas en momentos distintos al inicio del año natural. En cualquier caso, es importante contar con la asesoría de un experto en IRPF para cumplir con todas las obligaciones fiscales y evitar posibles sanciones.