Amortizar en el contexto del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) de España se refiere al proceso de deducir una cantidad de dinero del impuesto a pagar gracias a la reducción del valor de un activo financiero o inmueble. Se trata de un mecanismo que permite a los contribuyentes reducir el impacto del impuesto sobre la renta en su patrimonio y en su capacidad de ahorro.

Por otro lado, la amortización de inversiones en vivienda habitual se refiere a la posibilidad de deducir una cantidad máxima de 1.356 euros al año por inversión en obras de mejora en la vivienda, siempre y cuando estas obras se hayan realizado antes del 31 de diciembre de 2012. Este tipo de amortización se aplicará en la declaración de la renta del año en el que se realice la inversión.

En resumen, la amortización en el IRPF es una herramienta que permite a los contribuyentes reducir el impacto del impuesto sobre la renta en su patrimonio y en su capacidad de ahorro. A través de diferentes deducciones por inversiones en vivienda habitual y otros activos inmobiliarios, se busca incentivar la adquisición y mantenimiento de la vivienda y el fomento de la inversión en este tipo de activos.