En España, la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) establece que los gastos realizados por los miembros de una comunidad de propietarios pueden ser deducibles en su declaración de la renta siempre y cuando estén destinados a la rehabilitación de la propiedad. Esta deducción se encuentra recogida en el artículo 15.1.h) de la Ley del IRPF.

Entre los gastos que pueden ser deducibles en la declaración de la renta se encuentran, por ejemplo, el coste de la contratación de una empresa para la realización de obras de reparación o mantenimiento de la fachada del edificio, la instalación de un ascensor o la renovación de las tuberías y sistema eléctrico. Sin embargo, no se consideran deducibles los gastos destinados a la adquisición de mobiliario o electrodomésticos para el edificio o vivienda.