El devengo del Impuesto sobre Sociedades hace referencia al momento en el que se considera que una empresa ha obtenido un beneficio sujeto a tributación y, por lo tanto, debe pagar el impuesto correspondiente en España. Esto se determina en función del principio contable de devengo, que establece que los ingresos y gastos deben registrarse en la contabilidad en el momento en que se generan, independientemente de si se han cobrado o pagado efectivamente.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que existen algunos casos en los que el devengo del Impuesto sobre Sociedades no se produce en el momento en que se generan los ingresos y gastos, sino en el que se cumplen ciertas condiciones legales o fiscales. Por ejemplo, en el caso de la venta de bienes o prestación de servicios a plazos, el impuesto se devengará en cada cuota que se cobra. De la misma manera, en el caso de gastos que se amortizan a lo largo de varios años, el impuesto se devengará gradualmente en cada ejercicio en el que se vayan amortizando dichos gastos. En estos casos, es fundamental llevar un adecuado control contable para determinar el momento en el que se produce el devengo del Impuesto sobre Sociedades.