Antes de agosto de 2012, la devolución de la renta en España seguía un proceso bastante simple y rápido. Los contribuyentes presentaban su declaración de Renta entre los meses de abril y junio, y en caso de tener derecho a una devolución, esta se realizaba en un plazo máximo de 6 meses a partir del día siguiente a la finalización del plazo de presentación.

Este sistema aceleró en gran medida el proceso de devolución, ya que si no había discrepancias en la información proporcionada por el contribuyente, la devolución podía realizarse en un plazo de 2 a 3 semanas. Además, se estableció un plazo máximo de 3 meses a partir de la presentación de la declaración para realizar las devoluciones. Sin embargo, este plazo puede alargarse en caso de que se produzcan discrepancias o que la Agencia Tributaria necesite recabar más información del contribuyente.

En resumen, la devolución de la Renta en España antes de agosto de 2012 era un proceso relativamente rápido y sencillo, pero con los cambios introducidos en el sistema y las medidas de control contra el fraude fiscal, este proceso se ha alargado en el tiempo y depende de diversos factores como la presentación telemática o posibles discrepancias en la información.