La cantidad que se puede deducir por cada kilómetro recorrido varía según el tipo de vehículo utilizado. En el caso de automóviles y motocicletas, se aplica una tarifa de 0,19 euros por kilómetro recorrido, mientras que para bicicletas y vehículos eléctricos el importe es de 0,24 euros por kilómetro.

En resumen, la deducción por kilometraje es una forma de compensar a los trabajadores y autónomos por los gastos generados por el uso de su vehículo en su actividad profesional. Sin embargo, es importante cumplir con todos los requisitos y llevar un registro adecuado para poder aplicar esta deducción correctamente en la declaración del IRPF.