En el año 2013, en España se aplicaba una tributación especial para los ingresos obtenidos por alquiler de vivienda, que se regía por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y su Título II correspondiente al alquiler de inmuebles y ganancias patrimoniales.

Sin embargo, existían algunas excepciones a esta tributación. Por ejemplo, los contribuyentes que alquilaban su vivienda como vivienda habitual y la destinaran a vivienda durante al menos tres años consecutivos, podían aplicar una reducción del 100% en la base imponible del impuesto. Esto significaba que no tendrían que declarar ni tributar por los ingresos obtenidos por el alquiler de su vivienda habitual.

En resumen, en el año 2013, la tributación de los ingresos por alquiler de vivienda estaba sujeta a distintas excepciones y reducciones que buscaban fomentar el mercado del alquiler y proteger a los contribuyentes propietarios de una vivienda. Es importante mencionar que estas normas pueden variar cada año, por lo que es esencial asesorarse adecuadamente para cumplir con las obligaciones fiscales correspondientes.